Creo que necesito ayuda como cuidador: No puedo más

Creo que necesito ayuda como cuidador: No puedo más

 Os dejo este pequeño cuestionario, el Inventario de Zarit, que cuantifica el grado de sobrecarga que padecen los cuidadores de las personas dependientes.. Aunque no es el único cuestionario que se ha empleado para cuantificar el grado de sobrecarga, sí es el más utilizado.

 Escala de sobrecarga del cuidador de Zarit, reducida

Nunca

Casi nunca

A veces

Bastantes veces

Casi siempre

¿Siente usted que a causa del tiempo que emplea con su familiar/paciente ya no tiene suficiente tiempo para usted mismo? 1 2 3 4 5
¿Se siente estresado al tener que ciudar a su familiar y tener además que atender otras responsabilidades? 1 2 3 4 5
¿Cree que la situación actual afecta a su relación con amigos u otros miembros de su familia de una forma negativa? 1 2 3 4 5
¿Se siente agotado cuando tiene que estar junto a su familiar/paciente? 1 2 3 4 5
¿Siente que su salud se ha visto afectada por tener que cuidar a su familiar/paciente? 1 2 3 4 5
¿Siente que ha perdido el control sobre su vida desde que la enfermedad de su familiar se manifestó? 1 2 3 4 5
En general, ¿se siente muy sobrecargado al tener que cuidar de su familiar/paciente? 1 2 3 4 5

El punto de corte está establecido en mayor o igual a 17 puntos, indicaría sobrecarga intensa que podría llevar a claudicación, a no poder ofrecer un adecuado cuidado a las demandas o necesidades del enfermo a causa del agotamiento del cuidador.

En ocasiones, el impacto de cuidar puede dar lugar al “síndrome del cuidador” que se describe como el conjunto de una serie de alteraciones médicas, físicas, psíquicas, psicosomáticas e incluso problemas laborales, familiares y económicos.

Las personas que son cuidadoras están expuestas a un nivel de esfuerzo y presión, a veces poco valorado y que puede convertirse en sentimientos de impotencia, de frustración ya que no siempre la persona enferma responde en la misma medida que la dedicación recibida bien por su estado de físico o su patología. Es tremendamente duro cuidar, más aún cuando las posibilidades de recuperación del paciente son escasas, el tiempo dedicado al cuidado es largo e intenso.

Es frecuente que el cuidador experimente enfado, resentimiento, ansiedad, nerviosismo, miedo, culpa, etc. Estas emociones son habituales y también muy duras en el sentir.

Si estás atravesando por esta situación, te animo a que pidas ayuda, la terapia te facilitará pautas para saber manejar esta etapa que te está desbordando, podrás expresar lo que sientes, encontrar el sentido de lo que estás viviendo y de tu entrega, pedir ayuda significa querer cuidar mejor y escucharte a ti. Puede que haya llegado el momento de aprender también a cuidarte a ti mismo.