Afrontamiento psicológico en esta cuarentena

Afrontamiento psicológico en esta cuarentena

El ser humano tiene una serie de necesidades vitales fundamentales que necesita tener cubiertas.  Además de la más básica, la de supervivencia, está la necesidad de afecto y amor, la seguridad y la libertad.

En este momento de pandemia por el COVID-19 cada una de estas necesidades vitales las sentimos vulnerables y difíciles de cubrir.

Respecto a la supervivencia, la Sanidad y el Estado están cubriendo el servicio médico y asistencial, no nos faltan los alimentos y los servicios de primera necesidad se están garantizando.

En cuanto a la libertad, entendiendo la obligación responsable de quedarnos en casa, choca frontalmente con lo que nos puede apetecer hacer: estar en la calle, disfrutar de unas cañas, hacer una escapada, quedar con los amigos y la familia, ir de tiendas, visitar un museo, etc. Ahora nada de esto podemos hacerlo, sólo salir para lo imprescindible y de primera necesidad.

También nos sentimos inseguros de si nos podremos contagiar o si ya lo estamos, o de si podemos contagiar a otros, a las personas que queremos. De cómo podrá hacer frente nuestra empresa ante esta paralización de la actividad global debido a la pandemia, de si nuestro empleo puede estar en peligro. De qué pasará con el curso escolar de nuestros hijos, su universidad, la oposición que está pendiente de examen, la suspensión en algunos casos del comienzo en un nuevo trabajo.

El aislamiento obligado e indispensable en este momento nos está impidiendo dar y recibir el cariño cercano a nuestros familiares y amigos que no viven con nosotros. Los que viven solos y en especial nuestros mayores ahora sienten más soledad.

Todas estas necesidades vitales y fundamentales para el ser humano cuando no están psicológicamente cubiertas hacen que aparezcan emociones tales como el miedo ante la inseguridad, el nerviosismo y el enfado por la disminución de la liberad, una gran tristeza cuando no podemos dar o recibir el cariño de las personas que son importantes en nuestra vida y que ahora no pueden estar a nuestro lado.

Sólo en las situaciones de crisis vital es cuando realmente crecemos interiormente y nace de nosotros nuestro lado más humano. Ha surgido la actuación espontánea de los aplausos a las 20:00 horas como muestra de agradecimiento a todos los profesionales que están trabajando para todos los ciudadanos, muchos jóvenes se han ofrecido a hacer la compra a los mayores o con más riesgo, voluntarios que se ofrecen a ayudar en lo que sea necesario, empresas que ceden sus instalaciones para los sintecho, hoteles que dan su espacio para que se habilite como espacio hospitalario, etc

Sentir miedo, nerviosismo, enfado, impotencia y desesperación es lo que podemos sentir en esta situación excepcional. No pretendamos ser héroes o super robots donde todo esto no nos afecte, somos humanos y las emociones y sentimientos forman parte de nosotros.

Como no somos héroes de película debemos poner en marcha una serie de acciones y rutina que nos den un sentido diario a nuestra vida, que nos permitan cumplir un propósito. Sin un propósito no hay vida completa.

  1. Planifica tu día a día con una previsión de a 3 días. Escríbelo, anótalo en tu agenda, no sólo lo pienses.

Incluye un horario definido para el tiempo de trabajo con descansos, incluye un tiempo para el ocio, planifica alguna actividad que te ayude a sentirte bien, dedica tiempo a cocinar, a la lectura, a hablar con los amigos y la familia, a estudiar, un tiempo para estar informado.

Se riguroso cumpliendo tu agenda, las actividades que te has marcado, no cambies constantemente de tarea, evita distracciones cuando tengas que estar concentrado en el tiempo que te has marcado y respeta tu horario de descanso. No te obsesiones con las noticias, dedícale un tiempo, pero no constantemente, no hay cambios cada minuto.

Darnos cuenta de que somos capaces de controlar nuestro tiempo y ser productivos con lo que nos hemos marcado nos ayuda a sentirnos seguros.

  • Cuando sientas miedo, inseguridad y tengas algunos síntomas de ansiedad: Para, respira y piensa en otras situaciones del pasado que hayan sido difíciles, complicadas, pero las superaste. Identifica cómo lo hiciste, qué capacidades pusiste en marcha, qué te ayudó. Si esa ocasión difícil y complicada la superaste, ahora también podrás, los recursos internos son tuyos, úsalos. ¡Lo bueno es que no tienen caducidad!
  • El ser humano, de manera global, es fuerte, psicológicamente potente, lleno de recursos internos que debemos desempolvar y entrenar permanentemente. Pide ayuda cuando lo necesites y ayuda a los que tienes cerca. Actualiza tu propósito diario en esta cuarentena en la que no estás solo, estamos todos.

Empieza a dirigir y planificar tu día a día, saber que estás haciendo lo correcto te ayudará a aumentar tu seguridad, tranquilidad y la confianza en ti mismo.