El estilo de vida y la depresión

El estilo de vida y depresión

Investigadores del Instituto Menzies  de la Universidad de Tasmania estudiaron el impacto del estilo de vida en la depresión y el impacto de la depresión en el estilo de vida. Esta es la primera vez que la correlación ha sido vista desde ambos lados. Se estudió  la evolución de 1.200 personas durante cinco años, entre edades comprendidas de 20 y 45 años y en 2 grupos, uno con antecedentes de depresión y el otro sin antecedentes.

El autor principal del estudio, el Dr. Seana Gall, dijo que las personas con estilos de vida más sanos al comienzo del estudio eran significativamente menos propensas a desarrollar un primer episodio de depresión, mientras que había una tendencia (45%) para aquellos con antecedentes de depresión relacionándolo con el estilo de vida. Los estilos de vida que se evaluaron se centraron principalmente en el índice de masa corporal, el tabaquismo, el consumo de alcohol, el tiempo libre, la actividad física y el tipo de alimentación y la dieta.

Estas asociaciones se produjeron independientemente de otros factores predictivos, como la posición socioeconómica, el estado civil, el apoyo social, los principales eventos de la vida, el historial de enfermedades cardiovasculares y la autoevaluación de la salud física.

El principal dato que  arrojó el estudio fue la especial relevancia del estilo de vida como un factor de riesgo y  la necesidad de poner en marcha una gestión holística en jóvenes y adultos en términos de salud mental y física.

Los resultados del estudio sugieren claramente que un estilo de vida más saludable puede proteger de la primera aparición de la depresión. Teniendo un mayor impacto el factor de tiempo libre y la alimentación.

Cuando leí este estudio  me parecieron muy  obvios sus resultados pero me di cuenta que el gran paso que aportan este grupo de investigadores es confirmar de manera fiable que lo que todos sabemos o hablamos coloquialmente,  tiene un respaldo científico.

En gran medida, nuestra salud mental, nuestro equilibrio personal es responsabilidad de cada uno de nosotros. Cada vez con más frecuencia  acuden a mi consulta personas con carreras profesionales rutilantes, inteligentes y aparentemente con un marco de vida; estatus social y económico, francamente bueno. Pero sumergidos en fuertes depresiones. Cuando empiezan a contarme su “estilo de vida” me hablan de las jornadas laborales maratonianas, de la fuerte presión que viven respecto a la competitividad, de ir corriendo a todos los lados, que incluso hacer una actividad deportiva o cena de amigos es “presión”….porque lo viven como “debo” hacerlo por salud y por no aislarme del mundo.

No todo está en nuestras manos y no siempre podemos evitar tensiones en el trabajo y en la vida personal, tener incertidumbre sobre el futuro, disponer de menos tiempo para nosotros del que nos gustaría pero si podemos parar un  momento y elegir realmente qué queremos. Si no elegimos, no decidimos sobre nosotros, seguiremos siendo un gran afluente de agua que el terreno nos marcará por donde vamos y estaremos a su merced. Si lideras para otros, por qué no lo haces también para ti.