Resurgir tras la crisis
Hemos atravesado aguas turbulentas por el COVID-19, sufrimos por nuestra salud, la salud de los nuestros, las secuelas físicas o psíquicas que el virus ha dejado, los seres queridos que han fallecido, las semanas de confinamiento en casa llenos de incertidumbre y también sufrimos por el impacto negativo que está teniendo en la economía, en el trabajo.
Cuando nos enfrentamos a una situación de crisis lo primero que experimentamos es un estado de shock, no podemos que creer que una situación tan devastadora y desconocida esté sucediendo, lo negamos, entramos en confusión y pasamos a un estado de ansiedad. Estos estados emocionales son los que hemos sentido todos cuando comenzó la pandemia.
Ahora debemos atravesar más allá de las fases de la desescalada y enfrentarnos a esta “nueva realidad” que nos marcará los próximos meses. No existe una varita mágica que nos saque de esta situación, cada uno deberemos hacer nuestro traje a medida, adaptándonos a nuestra situación personal y poniendo foco en lo importante, en lo que crea valor y también en nuestra vida.
Un breve decálogo para resurgir tras la crisis:
- La soledad y el aislamiento son la mayor causa de los fracasos personales y profesionales. Crea networking, no estés solo.
- Mira el presente y acepta la realidad. Debemos afrontar la incertidumbre como camino hacia nuestra transformación. Identifica tus recursos internos, dales valor.
- Genera visibilidad, pero no como fuegos artificiales que luego desvanecen, muestra tu diferencia.
- Piensa en tus fortalezas, en aquellos momentos pasados que también fueron difíciles pero que saliste adelante. ¿Qué hiciste? ¿Qué hizo que funcionara?
- Céntrate en cosas concretas que puedes poner en marcha, lo concreto es lo que inicia el cambio, no las generalidades.
- Intenta salir de tu esquema mental de ayer, asume pequeños riesgos. Ha llegado el momento de apostar por ti y confiar en tus recursos internos.
- Comparte tus ideas con las personas de tu confianza, contrasta tus proyectos. No tengas miedo a las críticas.
- Aunque te angusties no pares de estar en el presente y proyectar un futuro. Sólo lo que somos capaces de abordar lo podemos cambiar, transformar.
- Piensa en tus propios objetivos y evita ser rehén de los objetivos de los demás.
- Ahora es el momento, invierte en tu I+D emocional. Sólo desde un equilibrio psíquico y emocional se pueden afrontar las crisis.
Ser resiliente consiste en aceptar la realidad, escucharnos a nosotros mismos, confiar en nuestros recursos internos, conocer nuestras potencialidades, superar la adversidad y salir fortalecidos. ¡Ve a por ello!